About Us

Section Shape Icon

Welcome to our corner of Honduran flavors in the heart of Fredericksburg, Virginia. Our restaurant was born from a deep desire to share the traditions and flavors that have been the lifeblood of our family for generations. Inspired by the teachings of my mother Liliana and my grandmother Lucia, we decided to bring to the table the authentic recipes that they perfected with love and dedication.

Here, every dish tells a story. From freshly made baleadas to traditional tamales, our dishes reflect the cultural richness of Honduras. We want every bite to be a journey to our land, full of authentic, fresh flavors carefully prepared by a passionate team that has experience in Latin cuisine.

We chose Fredericksburg as our home because it is the place where our roots have been strengthened and where we feel the connection with our community. Here we want to invite our customers to discover and enjoy the best of Honduran gastronomy, transmitting a little piece of what Honduras has to offer.

In every dish, in every detail, we carry the spirit of our land and the legacy of our families. Thank you for being part of this culinary adventure and for allowing us to share a piece of our hearts with you. We hope you enjoy our food as much as we enjoyed preparing it for you!

Sobre Nosotros

Section Shape Icon

Bienvenidos a nuestro rincón de sabores hondureños en el corazón de Fredericksburg, Virginia. Nuestro restaurante nació de un profundo deseo de compartir las tradiciones y los sabores que han sido el alma de nuestra familia durante generaciones. Inspirados por las enseñanzas de mi madre Liliana y mi abuela Lucía, decidimos llevar a la mesa las recetas auténticas que ellas perfeccionaron con amor y dedicación.

Aquí, cada plato cuenta una historia. Desde las baleadas recién hechas hasta los tamales tradicionales, nuestros platillos reflejan la riqueza cultural de Honduras. Queremos que cada bocado sea un viaje a nuestra tierra, lleno de sabores auténticos, frescos y cuidadosamente preparados por un equipo apasionado que tiene experiencia en la cocina latina.

Elegimos Fredericksburg como nuestro hogar porque es el lugar donde nuestras raíces se han fortalecido y donde sentimos la conexión con nuestra comunidad. Aquí queremos invitar a nuestros clientes a descubrir y disfrutar lo mejor de la gastronomía hondureña, transmitiendo un pedacito de lo que Honduras tiene para ofrecer.

En cada plato, en cada detalle, llevamos el espíritu de nuestra tierra y el legado de nuestras familias. Gracias por ser parte de esta aventura culinaria y por permitirnos compartir un pedazo de nuestro corazón con ustedes. ¡Esperamos que disfruten de nuestra comida tanto como nosotros disfrutamos preparándola para ustedes!

La Campirana Catracha

My Story

Section Shape Icon

La Campirana Catracha was born from a nickname, a nickname that has been with me since childhood and that, although it bothered me at the time, today is a reminder of who I am and everything that has shaped me. As a child, I was very thin, and as is customary in towns, people close to me often give nicknames to children. Because of my figure, they called me “Campirana,” inspired by a traditional long, thin cookie that is part of our culture. At that time, the nickname irritated me, as it often happens with children when they feel they don’t fit into other people’s molds.

However, as I grew up, I learned to embrace that part of me. Today, that nickname not only reminds me of my childhood, but also of the good, hard-working people of my town, El Triunfo, in Choluteca, Honduras. A place that deeply marked my life and that lives on in every step I take. There, surrounded by people who taught me the value of family, work, and community, I found my identity and my strength.

Today, La Campirana Catracha is more than a name; it is a symbol of resilience, of growth, of transforming what was once an inconvenience into a source of pride. It is the representation of a woman who was born in a small town, but who brings her essence and her story to the world. My brand is a celebration of my roots, of everything I have learned, and of the strength I have found in every step I have taken forward.

“ Thank you, El Triunfo, for being my home, my school, and the place that taught me to be who I am. Thank you to all of you who, with love and affection, called me “Campirana,” because, in the end, that name has helped me create a story of my own, a story that I now share with you. ” La Campirana Catracha
La Campirana Catracha

La Campirana Catracha

Mi Historia

Section Shape Icon
La Campirana Catracha

La Campirana Catracha nace de un apodo, un apodo que me acompañó desde la niñez y que, aunque en su momento me molestaba, hoy es un recordatorio de quién soy y de todo lo que me ha formado. De pequeña, era muy delgada, y como es costumbre en los pueblos, las personas cercanas suelen dar apodos a los niños. A mí, por mi figura, me llamaban “Campirana”, inspirado en una galleta tradicional de forma alargada y delgada, que es parte de nuestra cultura. En ese entonces, el apodo me irritaba, como suele pasar con los niños cuando sienten que no encajan en los moldes de los demás.

Sin embargo, a medida que fui creciendo, aprendí a abrazar esa parte de mí. Hoy, ese apodo no solo me recuerda mi niñez, sino también la gente buena y trabajadora de mi pueblo, El Triunfo, en Choluteca, Honduras. Un lugar que marcó profundamente mi vida y que sigue vivo en cada paso que doy. Allí, rodeada de personas que me enseñaron el valor de la familia, el trabajo y la comunidad, encontré mi identidad y mi fuerza.

Hoy, La Campirana Catracha es más que un nombre; es un símbolo de resiliencia, de crecimiento, de transformar lo que en su momento fue una incomodidad en una fuente de orgullo. Es la representación de una mujer que nació en un pequeño pueblo, pero que lleva su esencia y su historia al mundo. Mi marca es una celebración de mis raíces, de todo lo que he aprendido y de la fuerza que he encontrado en cada paso que he dado hacia adelante.

“ Gracias, El Triunfo, por ser mi hogar, mi escuela, y el lugar que me enseñó a ser quien soy. Gracias a todos los que, con amor y cariño, me llamaron “Campirana”, porque, al final, ese nombre me ha ayudado a crear una historia propia, una historia que ahora comparto con ustedes. ” La Campirana Catracha